El Yacón tiene Inulina, una fibra dietética que ayuda al organismo a metabolizar la glucosa.
Tanto las raíces como las hojas de Yacón estimulan el páncreas, y aparentemente ese estimulo es uno de los factores que contribuyen a regular la concentración de azúcar en sangre y a darle también menos trabajo al riñón.
El yacón, si bien es dulce, tiene poquísima glucosa. Lo que tiene es casi un 70% de su peso en fructooligosacáridos. Estos pasan por el intestino delgado sin metabolizarse, por eso son ideales para los diabéticos.
Almacenan sus carbohidratos en forma de Insulina y no almidón contribuyendo control de la obesidad.
Cuando los fructooligosacáridos llegan a la parte final del intestino grueso, incrementan la microflora intestinal. Se cree que por esto, al haber menos toxinas también estarían contribuyendo a disminuir los riesgos de cáncer de colon.
También mejora la asimilación del calcio, disminuye el nivel de colesterol y triglicéridos y fortalece las defensas.
El yacón no es un medicamento y no cura la diabetes, pero debido a sus azúcares especiales es altamente recomendable para quienes tienen ese problema incluirlo en su dieta.